Los agentes de control social son individuos, grupos y organizaciones que alientan a otras personas a cumplir con las normas sociales. Estos agentes incluyen a la familia, las escuelas, el gobierno y los medios de comunicación.
El principal agente de control social en la vida de cualquier persona es su familia. Desde el principio, las familias intentan inculcar valores con los que una persona debe vivir, lo que generalmente refleja las expectativas de la sociedad. Además, la educación promueve estándares de comportamiento en términos de vestimenta, comportamiento y, a veces, creencias. La religión actúa como un agente de control social al ofrecer instrucciones o pautas para la vida, así como a los castigos propuestos para quienes no los siguen. Los medios y las estrellas del deporte también tienen un papel que desempeñar. Mientras que las estrellas del deporte usualmente se adhieren a los estrictos valores de los Estados Unidos, los medios de comunicación consagran el capitalismo, el sexismo y otros puntos de vista.
El gobierno puede actuar como un agente directo e indirecto de control social. Indirectamente, promueve el habla que pone énfasis en los valores sociales. Directamente tiene el poder de castigar y rehabilitar a los delincuentes. El gobierno también dicta programas de asistencia social, que se utilizan para prevenir la desobediencia civil y promover la conformidad. Al introducir sanciones para ciertos comportamientos, el gobierno garantiza que las personas se conformen. En el pasado, también han utilizado la tortura como un medio para prevenir la desviación.