Una forma en arte es una línea cerrada que se limita a dos direcciones: ancho y largo. Se define por otros elementos del arte: forma, espacio y valor. Una forma puede ser geométrica, lo que significa que está determinada matemáticamente u orgánica, lo que significa que está creada por la naturaleza.
La forma más sencilla de delinear la forma de un objeto es su sombra. Las formas reconocibles son llamadas naturalistas o realistas. Las formas que son difíciles de identificar son abstractas.
Las formas pueden ser positivas y negativas. Una forma positiva es la formada por el propio objeto. El formado por el espacio alrededor del objeto es la forma negativa. La combinación de formas positivas y negativas le da a las personas la imagen de lo que ven.
Los artistas utilizan esta capacidad del cerebro humano para crear ilusiones ópticas. Por ejemplo, un objeto en una superficie bidimensional parece existir en tres dimensiones, y un dibujo blanco y negro puede parecer colorido. Además, puede ser difícil distinguir entre una figura y el suelo en una imagen porque ambos tienen sentido y son objetos reconocibles. M. C. Escher, P. Picasso, H. Matisse y K. Walker son los artistas más famosos por crear formas duales en sus obras.
Los límites de una obra de arte son importantes para la percepción. Por ejemplo, una pintura de un árbol sobre un fondo de una montaña distante da una impresión de aire abierto y vasto espacio. Si se pintan el mismo árbol y las montañas como en un marco de ventana, los elementos naturales parecen más distantes, lo que no ofrece una sensación de espacio abierto.