El poema "Árboles" de Alfred Joyce Kilmer trata sobre la perfección de la naturaleza en comparación con lo que crea el hombre. Comienza el poema con las líneas: "Creo que nunca veré /Un poema encantador como un árbol", estableciendo esta mentalidad desde el principio.
Continúa en el poema para dar detalles sobre el árbol y su lugar en la naturaleza. Él personifica el árbol en las siguientes dos líneas cuando un bebé recibe el sustento del pecho de su madre, lo que indica la manera en que la naturaleza interactúa con sus partes.
La tercera estrofa representa al árbol mirando a Dios, alcanzando a Él con brazos (ramas) en oración. Estas líneas muestran la relación del árbol como parte de la naturaleza con su creador y su dependencia de Él.
Las siguientes dos estrofas hablan sobre el árbol en las diferentes estaciones. En verano, se dice que lleva "un nido de petirrojos en su cabello", lo que demuestra que el árbol devuelve a la naturaleza proporcionando un hogar para otras criaturas. El poema habla también de la convivencia del árbol con la naturaleza en las formas de nieve y lluvia.
En la estrofa final, Kilmer refuerza su opinión sobre sus propias contribuciones al compararlas con el panorama general. Minimiza su poesía como una obra de base, y agrega que "solo Dios puede hacer un árbol".
La fe de Kilmer y su amor por la naturaleza son evidentes en el poema "Árboles". Se ofreció como voluntario para servir en la Primera Guerra Mundial y fue asesinado en acción. La popularidad de este poema en particular siguió creciendo después de su muerte, y parte de un bosque nacional en Carolina del Norte lleva su nombre.