En el poema "La carne y el espíritu", Anne Bradstreet usa la carne para referirse al hecho de que los puritanos se consideran criaturas terrenales pecaminosas, y el espíritu se refieren al hecho de que los puritanos también se consideran innatos Personas santas redimibles. El conflicto entre el espíritu y la carne explorado en este poema es uno con el que los puritanos luchaban todos los días.
Cuando Bradstreet estaba escribiendo, los puritanos creían que la mejor manera de ingresar al cielo era enfocarse en lo pecaminosos que eran. En otras palabras, para salvaguardar la santidad de sus almas o espíritus, los puritanos necesitaban reflexionar sobre el pecado inherente de sus cuerpos o carne.
El poema presenta versiones animadas de carne y espíritu que discuten entre sí. La carne afirma que sus búsquedas terrenales de riqueza y placer son más satisfactorias que las búsquedas espirituales de meditación y contemplación. El espíritu responde que los dos discutirán hasta la muerte. Esto implica que las dos entidades en realidad están teniendo una batalla subconsciente dentro de la mente de una persona.
El espíritu y la carne se mencionan como hermanas o mellizas en el poema, pero el espíritu afirma que no tienen el mismo padre. En cambio, nacieron en la caída del hombre cuando Adán comió del árbol del conocimiento.