Más de 100 plantas son venenosas para los gatos, como el aloe vera, el candelabro, el narciso, el eucalipto y la Gloria de la mañana, según la Asociación de Fanciers de gatos y PetMD. Los gatos pueden tener diferentes reacciones a las plantas venenosas, desde un leve malestar estomacal hasta síntomas que amenazan la vida e incluso la muerte, señala PetMD.
Los lirios se encuentran entre las plantas más tóxicas para los gatos, con la capacidad de causar insuficiencia renal total en tan solo 36 horas, afirma la Escuela de Medicina Veterinaria Davis de la Universidad de California. En algunos casos, solo una parte de la planta, como la corteza o las semillas, se considera venenosa, de acuerdo con la Asociación de Fanciers del Gato. PetMD recomienda asumir que toda la planta es tóxica y aconseja mantener todas las plantas tóxicas lejos de los gatos, tanto dentro como fuera. Los posibles síntomas de ingestión tóxica incluyen confusión, debilidad, vómitos, diarrea y latidos cardíacos irregulares. Los gatos envenenados también pueden experimentar letargo, dificultad para comer o beber, un cambio en el color de la orina o temblores, de acuerdo con la Escuela de Medicina Veterinaria de UC Davis.
Los propietarios deben llevar a cualquier gato que haya ingerido una planta tóxica a la oficina de un veterinario inmediatamente. Para obtener los mejores resultados, el tratamiento debe administrarse dentro de una o dos horas, según PetMD. Los planes de tratamiento exactos varían según la planta ingerida, por lo que el propietario debe traer una lista de las plantas que el gato pudo haber comido.