Si un perro come Advil, o ibuprofeno, puede producirse toxicidad. Advil puede inhibir el flujo de sangre efectivo a los riñones del perro y causar irritación estomacal significativa, según Vet Street. Cuando la irritación estomacal se agrava, puede provocar úlceras estomacales.
En casos raros, la ingestión de Advil por un perro puede resultar fatal. Según Pet Place, los síntomas de ingestión pueden incluir falta de apetito, heces negras, vómitos, debilidad, deshidratación y letargo. Los análisis de sangre pueden revelar una función renal anormal y anemia. Si bien la ingestión de ibuprofeno puede ser grave, se puede tratar con líquidos intravenosos continuos. Otros métodos de tratamiento para la ingestión de ibuprofeno incluyen la administración de carbón activado y medicamentos como la cimetidina, sucralfato o famotidina. Estos medicamentos se utilizan normalmente en el tratamiento de las úlceras gástricas. Después de que el perro ha sido tratado, se suele repetir el trabajo de laboratorio para evaluar la función renal.
Los perros que comen Advil también pueden experimentar anomalías plaquetarias, lo que lleva a un sangrado anormal, según PetMD. Los perros también pueden experimentar vómitos severos, que pueden ser tratados con medicamentos antieméticos. En los casos en que se produce la perforación del estómago, puede ser necesaria la intervención quirúrgica Las convulsiones también pueden ocurrir cuando un perro consume accidentalmente ibuprofeno. Cuando se producen convulsiones, pueden ser necesarios medicamentos anticonvulsivos.