¿Qué le sucede a Iago al final de "Othello"?

El destino de Iago basado en el diálogo final del "Othello" de William Shakespeare fue la tortura y la ejecución, que Montano debía imponer. Después de que Othello se suicida y cae en la cama junto a su esposa muerta Desdemona, Lodovico le dice a Iago que vea las consecuencias de sus actos malvados. Luego hace que Gratiano, el heredero de la finca de Otelo, le diga a Montano qué hacer con Iago.

Iago es considerado por muchos como uno de los personajes más villanos de las obras de Shakespeare. Sus motivos para sus acciones no estaban claros, aunque puede haber surgido de su ira hacia Othello por haberlo pasado como teniente o por su sospecha de que su esposa pudo haber cometido adulterio con Othello. Sin embargo, a pesar de estos, su odio hacia Othello sigue siendo algo inexplicable y la ausencia de un factor motivador en sus acciones hace que su personaje sea aún más malvado.

Los planes malvados de Iago comenzaron a desentrañarse en el Acto 5. Cassio pudo matar a Roderigo, que es lo contrario de lo que Iago había planeado y el propio Iago no pudo matar a Cassio. Aunque Otelo mató a su esposa Desdemona, la esposa de Iago, Emilia, pudo revelar gran parte del malvado complot de su marido antes de que ella pudiera apuñalarla. A pesar de estar atrapado en las manos rojas, Iago dice en su última línea de la obra que nunca revelará la razón detrás de sus acciones.