La materia blanca conecta los diversos centros de materia gris del cerebro para formar redes de comunicación, según la Fundación DANA. La materia blanca se compone principalmente de proyecciones de células nerviosas mielinizadas llamadas axones, que facilitan estas redes y forman la mayor parte del cerebro y la médula espinal.
La materia blanca es capaz de transmitir rápidamente mensajes de una sección del cerebro a otra porque sus axones están muy mielinizados, según VU University Medical Center. La mielina forma vainas grasas alrededor de los axones, aislando las células nerviosas; este aislamiento evita que los axones entren en cortocircuito y aumenta la velocidad de los impulsos nerviosos.
La materia blanca conecta las diversas partes del cerebro y la médula espinal de tres maneras, según Wikipedia. Primero, puede extenderse verticalmente desde el cerebro hasta el resto del cuerpo a través de tractos de proyección. En segundo lugar, puede atravesar el cerebro de un hemisferio a otro a través de vías comisurales. En tercer lugar, puede conectar diferentes regiones del mismo hemisferio a través de tratados de asociación.
La cognición real se produce en la materia gris del cerebro, según News Medical. La materia gris, en contraste con la materia blanca, está formada por los cuerpos celulares de las neuronas y los axones no mielinizados. Las sinapsis entre las neuronas también se encuentran en la materia gris, que se encuentra en la superficie del cerebro.