Una receta básica para el limpiador casero de cubierta consiste en un galón de agua y una taza única de lejía doméstica. Esto limpia y desinfecta la superficie, y agregar a la mezcla una onza de detergente doméstico sin amoníaco puede mejorar aún más las propiedades de eliminación de manchas del limpiador.
Los limpiadores deben ponerse guantes antes de diluir la solución para proteger las manos de los posibles peligros de trabajar con lejía y aplicar la solución con cuidado con una esponja o un cepillo de fregar. Limpiar la cubierta de suciedad y residuos con un enjuague ligero antes de la aplicación puede ofrecer mayores beneficios, pero los limpiadores deben evitar el uso de un pulverizador eléctrico o una lavadora a presión, que puede despojar el sello de la plataforma y dañar la madera o el hormigón subyacente. Pretratar las manchas profundas con la solución puede ofrecer otros beneficios.
Nunca mezcle limpiadores a base de amoníaco y lejía. Esto libera humos dañinos que no son seguros incluso para uso en exteriores. Algunas recetas para limpiadores de cubierta y tratamientos o sellos pueden incluir amoníaco o ingredientes a base de amoníaco para ayudar a resaltar el brillo en la superficie de la cubierta. Estos a menudo incluyen ácido oxálico para mayor brillo y restauración del color natural de las superficies de madera. Deje que las soluciones de limpieza con base de lejía se sequen completamente antes de aplicar estos tratamientos para evitar mezclar accidentalmente los dos agentes de limpieza.