Un estudio transversal es un tipo de investigación observacional que analiza y compara poblaciones sin manipular variables dentro del entorno de estudio. Los investigadores llevan a cabo estudios transversales en un punto específico en el tiempo. Las ciencias sociales, la educación y la psicología son campos que utilizan con frecuencia estudios transversales.
Los estudios transversales permiten a los investigadores investigar muchas variables a la vez, como el género, el ingreso, el nivel de educación y la edad. Los investigadores aplican los resultados de estos estudios para determinar la prevalencia de resultados relacionados con la salud dentro de una población, como la exposición a factores de riesgo específicos. Debido a que llevan poco tiempo y son relativamente baratos, los estudios transversales son formas populares de describir subgrupos o poblaciones completas en relación con un conjunto de factores de riesgo.
Los planificadores de salud pública consideran que los estudios transversales son muy útiles para comprender las causas de varias enfermedades y desarrollar hipótesis para estudios futuros. Sin embargo, no se utilizan para establecer relaciones de causa-efecto entre variables de interés. En estudios transversales, se toma una instantánea de la población. Por lo tanto, estudios idénticos proporcionan resultados diferentes cuando se selecciona otro período de tiempo.
Los estudios transversales también pueden resultar en un sesgo de prevalencia-incidencia, donde se excluyen los resultados letales, especialmente cuando se investigan enfermedades crónicas. Además, estos estudios son ineficaces en el estudio de enfermedades raras y en la indicación de la secuencia de eventos, como la exposición, el inicio de la enfermedad y el resultado.