La ironía del cuento "El halcón de Federigo" de Giovanni Boccaccio surge cuando el personaje principal, Federigo, mata a su preciado halcón para alimentar a la mujer que ama. La mujer, Monna Giovanna, originalmente va a Federigo para pedirle al halcón que salve a su hijo enfermo.
El hijo de Monna está enamorado del halcón, y cuando se enferma, él le dice: "si puedes arreglar que yo tenga el halcón de Federigo, creo que me pondré bien rápidamente". Ella viaja a la casa de Federigo para pedir el pájaro. Cuando ella llega, él decide cocinar para ella. Viendo que no tiene comida en su casa, Federigo mata al halcón, a pesar de que ama al pájaro y se lo da a Monna. Su hijo termina falleciendo y ella se casa con Federigo.