La investigación aplicada se refiere a la investigación que busca resolver soluciones prácticas a problemas cotidianos, como curar enfermedades y desarrollar tecnologías innovadoras. Los investigadores aplicados comúnmente trabajan en el campo psicológico.
La investigación aplicada a menudo ayuda a refinar las teorías de la investigación básica. La investigación aplicada se realiza utilizando sujetos humanos, animales y modelos informáticos.
Los ejemplos de investigación aplicada incluyen la investigación de los tratamientos más efectivos para la reducción de la ansiedad, la búsqueda de estrategias que motiven la productividad de los trabajadores para el éxito y la eficiencia de la empresa, y el análisis de lo que hace que las personas ayuden a las personas necesitadas. Evaluar qué tipos de empleados son adecuados para el empleo e investigar cómo los hospitales pueden ayudar a las personas con preparación quirúrgica son otros ejemplos de investigación aplicada.