La impresión en bloques de madera es uno de los primeros métodos de impresión que utiliza bloques de madera grabados para imprimir letras e imágenes. La técnica se remonta a la China del siglo IX, el origen de algunos de los bloques de madera más antiguos que se conocen.
Los bloques de madera, hoy en día, comúnmente se hacen de la madera de árboles frutales, como los cerezos y los perales. Se sabe que estos tipos de madera son útiles para crear grabados con abundantes detalles. Otros tipos de madera como el tilo y el álamo son más fáciles de cortar pero producen más astillas. La madera contrachapada también se utiliza en bloques de madera modernos.
Los bloques de madera se utilizan comúnmente como una forma de pintura en relieve. Los grabados son pintados y luego prensados con papel. Algunas técnicas aplican la pintura a los grabados utilizando un rodillo. Los bloques de madera asiáticos utilizan una técnica diferente; el artista aplica las acuarelas con un pincel antes de frotar el bloque en un papel seco o húmedo.
Si bien la impresión en madera tiene sus orígenes en China, la técnica de impresión llegó hasta Europa a mediados del siglo XIV. Las impresiones hechas de esta técnica se utilizaron originalmente para el arte y los libros religiosos. Un estilo distinto desarrollado más tarde al final del Período Alto Gótico que utilizó líneas frecuentes en las imágenes. Este estilo continuó durante muchos años, ya que las ilustraciones de muchos libros utilizaron este estilo de línea pesada. El grabado pronto reemplazó a la impresión en bloques de madera en el siglo XVI, pero la técnica fue revivida en el siglo XX y continúa siendo utilizada por los artistas en la actualidad.
