La Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos afirma que las fracturas femorales son el resultado de impactos de alta energía en el fémur. Los accidentes automovilísticos son la causa más común de fémures fracturados. Al ser golpeado por un automóvil, las heridas de bala y las caídas desde alturas también son causas típicas.
Según la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos, las fracturas femorales provocan un dolor intenso. La persona afectada no puede poner peso en la pierna y la pierna rota parece deformada o más corta que la otra. Otros síntomas incluyen roturas en la piel, hematomas y piezas óseas que empujan hacia arriba y hacia la piel.
La Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos afirma que las complicaciones de las fracturas femorales no son infrecuentes. El sangrado severo ocurre si los fragmentos de hueso cortan los vasos sanguíneos o los nervios en el muslo, mientras que las fracturas abiertas son susceptibles de infección. Incluso con los niveles más altos de atención quirúrgica, el hueso puede infectarse y requerir múltiples cirugías y antibióticos para tratarlo. Otras complicaciones de las roturas femorales incluyen embolias de grasa que viajan a través del torrente sanguíneo y entran a los pulmones y coágulos de sangre.
La Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos informa que la mayoría de las fracturas femorales requieren tratamientos quirúrgicos que emplean clavos intermedios o placas y tornillos para volver a unir los fragmentos de hueso. Las fracturas femorales generalmente requieren de cuatro a seis meses para curarse. El período de curación suele ser más prolongado si el hueso se rompe en más de un lugar.