National Geographic explica que las rayas viven en cuerpos de agua caliente en todo el mundo; prefieren las aguas poco profundas a lo largo de las regiones costeras. Para mezclarse con sus hábitats, las rayas yacen en el fondo del fondo del océano, cubriéndose con arena. Utilizan esta técnica de camuflaje para evitar a los depredadores, como los tiburones o los rayos más grandes. También permanecen en el fondo del océano porque sus presas viven allí.
Según National Geographic, el color de una raya depende en gran medida del cuerpo de agua donde vive. Las rayas reflejan los tonos de color en el fondo marino, para que puedan mezclarse mejor. Solo viven en cuerpos de agua que tienen fondos arenosos. Si un fondo tiene poca arena o está cubierto de rocas, una raya no puede sobrevivir, porque no puede camuflarse.
Las rayas no se mueven mucho y rara vez nadan. Suelen fluir con la corriente de los océanos. Ya que se mezclan con el medio ambiente, son los cazadores perfectos; simplemente esperan a que la presa nade en su dirección. A menudo comen almejas, cangrejos, mejillones y peces pequeños. Cuando las temperaturas más frías se acercan, muchas rayas migran a climas más cálidos, para que puedan permanecer en aguas cálidas y poco profundas.