La personificación es el dispositivo literario que los escritores utilizan para dar a los objetos inanimados cualidades o características humanas. La personificación también puede referirse a una persona o cosa que encarna una cualidad, como en el dicho: "Él es el personificación de la codicia ".
La personificación facilita que el lector entienda la descripción y la ponga en contexto. También contribuye al estado de ánimo de una escena y se puede utilizar para enfatizar un punto.
Algunos ejemplos de personificación incluyen:
- Las estrellas le guiñaron un ojo desde el cielo.
- La pintura descascarada y las persianas que colgaban de la casa la hacían parecer deprimida.
- El sol se escurrió a través de las nubes en la mañana.
- Las flores se pasearon con la brisa.
- El río se esforzó por tragar la tierra entera.
- Las abejas jugaron juntas entre sí mientras corrían entre flores.
- El sol brillaba, su ira calentaba el día.