Los pandas tienen tres enemigos naturales que se aprovechan de ellos: leopardos, chacales y la marta de garganta amarilla. Aunque son animales generalmente pacíficos, los pandas usan su fuerza física y habilidades naturales para defenderse cuando es necesario, al Fondo Mundial para la Naturaleza. La mayoría de los ataques son contra pandas jóvenes y no adultos.
Los pandas machos adultos pesan hasta 250 libras. El diseño de sus fuertes mandíbulas les permite despojar la capa exterior dura del bambú para que puedan comer el tejido interno suave. Sin embargo, esta misma fuerza le da al panda una poderosa mordida que usa para defenderse. Los pandas son capaces de trepar a los árboles para escapar de los peligros. A diferencia de otros osos, también son capaces de nadar para evitar enemigos. Su pelaje grueso les permite permanecer activos durante todo el año en elevaciones de 5,000 a 10,000 pies sin hibernar como lo hacen otros osos.
Las mayores amenazas para los pandas no son los animales que se aprovechan de ellos sino las actividades de los humanos. A medida que los humanos reclaman más del hábitat nativo utilizado por los pandas, su número continúa disminuyendo. La caza furtiva y el comercio ilegal de pandas también representan una amenaza para su supervivencia. Según el Parque zoológico nacional Smithsonian, quedan 1.600 pandas en libertad y más de 300 en zoológicos y centros de reproducción. En los zoológicos, los pandas han vivido hasta 35 años; sin embargo, su vida útil es considerablemente más corta en la naturaleza.