Las luciérnagas, que en realidad son escarabajos, viven en lugares cálidos y regiones templadas. Les gustan las zonas húmedas y viven típicamente en regiones húmedas de Asia y América. También se encuentran en ambientes secos, aunque prefieren vivir cerca de lugares húmedos que retienen la humedad.
Las luciérnagas prosperan en numerosos hábitats en todo el mundo, especialmente en bosques y campos. Hay alrededor de 2.000 especies de luciérnagas, la mayoría de las cuales tienen alas. Las regiones tropicales asiáticas, centroamericanas y sudamericanas tienen la mayor diversidad. Algunas luciérnagas también viven en lugares áridos, pero la mayoría prefiere ambientes más húmedos. Dondequiera que vayan las luciérnagas, lo que buscan es agua estancada. Prefieren vivir cerca de ríos, lagos, estanques y arroyos, aunque no requieren mucha agua para sobrevivir. Cualquier lugar que contenga agua es un hábitat ideal para las luciérnagas.
Las luciérnagas son criaturas nocturnas que se suelen ver en las noches de verano. Tienen órganos de luz debajo de su abdomen que les permiten producir un brillo luminiscente. Los insectos mezclan oxígeno con la luciferina dentro de sus células para crear luz casi sin calor. Durante el día, la mayoría de ellos pasan su tiempo en el pasto largo en el suelo. La hierba larga esconde bien a las luciérnagas y les da una mejor posición para hacer señales en la noche. Cuando llega la noche, las luciérnagas trepan hasta la cima de las briznas de hierba y vuelan a las ramas de los árboles para llamar a sus compañeros.