Los caracoles han desarrollado adaptaciones de comportamiento y fisiológicas a través de los años. Los otrora exclusivos caracoles marinos y de agua dulce formaron agallas y desarrollaron pulmones para sobrevivir en tierra, mientras que los caracoles terrestres formaron agallas para prosperar en biotopos húmedos. Algunos, como los caracoles dorados, formaron agallas y pulmones.
Las conchas de los caracoles sirven de hogar y actúan como una barrera protectora de los depredadores, como los cangrejos y las aves. Los caracoles de cono tienen conchas grandes y puntiagudas que evitan que los cangrejos se agarren a la longitud del cono. Algunos caracoles tienen conchas estampadas que los camuflan de los depredadores. Un caracol terrestre excreta el limo que atrae el agua de los alrededores cercanos, lo que ayuda a que el caracol terrestre se mueva más fácilmente y evita la pérdida de agua.