En "1984", el diario de Winston Smith actúa como un recurso literario que permite al autor, George Orwell, realizar gran parte de la exposición necesaria que hace avanzar la historia. También actúa como una metáfora. para los intentos desesperados de rebelión de Winston, ya que es el único acto externo de rebelión que el personaje lleva a cabo durante los primeros capítulos del libro.
La propia motivación de Winston, como personaje, para abrir el diario no está clara. El trabajo se dirige a los lectores hipotéticos del futuro que, según imagina Smith, viven en un mundo donde el pensamiento es libre y dos más dos son cuatro. Es, en esencia, una carta de la época del Gran Hermano a un futuro inimaginable cuando el crimen pensado deja de ser un delito punible.
En su monólogo interior, Smith finalmente vincula la apertura del diario a su rebelión en ciernes contra el Partido, y lo considera en una secuencia de pasos que comienzan con un solo acto involuntario de crimen de pensamiento y lo llevan a su posterior adulterio y conspiración Unirnos a la resistencia. Como metáfora, el diario termina la historia mientras Winston se encuentra en el Ministerio del Amor y se le informa que el diario, un sustituto de sus esperanzas para el futuro, se ha quemado.