Una configuración incluye la hora y el lugar de una historia, como una casa en la mañana o una ciudad en 1900. Cada historia puede tener varias configuraciones a medida que se desarrolla la trama. La configuración no siempre es evidente en una historia.
En raras ocasiones las historias le dicen al lector dónde y cuándo ocurre. En su lugar, se eliminan sugerencias que le dicen al lector la configuración. Algunas historias tienen lugar en un entorno muy concreto que es fácilmente identificable, como el ejemplo de la casa en la mañana. Estas configuraciones no están abiertas para interpretación. Algunas historias son mucho más vagas en el escenario. Esta es una buena estrategia para crear una pieza atemporal, que se realiza al dejar de lado las características de identificación del momento de la historia. El lugar también puede ser muy vago si el autor no quiere limitar la historia a la audiencia de un lugar en particular.
La configuración ayuda a darle al lector una imagen mental de la historia y ayuda a establecer el estado de ánimo y el tema de la pieza. Las historias con temas oscuros a menudo tienen lugar en entornos oscuros, y el clima a menudo se utiliza para profundizar en el entorno. La configuración puede ser desde muy detallada hasta muy simple, según el autor. Tolkien, por ejemplo, es conocido por ser muy detallado en sus descripciones de configuración.