La pendiente descendente de una curva de demanda se debe a que los consumidores están menos dispuestos a comprar productos caros. A medida que aumenta el precio, es probable que los consumidores potenciales compren productos de la competencia. También pueden abstenerse de comprar un producto similar.
Cuanto más barato es un producto, más probable es que los consumidores lo compren. En algunos casos, esto se debe a que los consumidores simplemente no pueden pagar productos más caros. En otros casos, los consumidores pueden comprar un producto competidor menos costoso. Sin embargo, determinar la curva de demanda para un producto en particular es difícil. Si bien las encuestas y la investigación de mercado pueden ayudar, estas herramientas tienen un poder predictivo limitado.
Los alimentos y otros productos inevitables siempre son necesarios, por lo que los vendedores deben determinar cuánto cobran los competidores. Por otro lado, para los artículos de lujo, es más probable que los compradores no realicen una compra si el precio es demasiado alto.
Antes de lanzar un producto, las compañías determinan qué punto de precio generará la mayor cantidad de ingresos. Las empresas están dispuestas a vender un producto a un precio más bajo si hay suficiente demanda para justificar una ejecución de fabricación más grande. Los productos cuestan menos si una empresa puede producir más, y las ventas más grandes a veces pueden compensar un menor margen por venta.