La tradición de un padre que camina a la novia por el pasillo se basa en el pensamiento de que él la está regalando. Esto se hizo como una manera para que el padre regalara a su hija a cambio de una dote o un precio.
Si bien el padre que regala a su hija rara vez se hace a cambio de un precio, muchas personas siguen optando por seguir esta tradición. Sin embargo, hay muchas otras formas en que un padre puede "regalar" a su hija.
Algunas mujeres optan por que tanto sus padres como sus madres les guíen por el pasillo, mientras que las novias sin padres pueden hacer que un tío o un abuelo las acompañen por el pasillo. Algunas mujeres prefieren caminar solas por el pasillo como una forma de entregarse.