Cuando las bombillas se apagan repetidamente en un artefacto de iluminación, la causa es demasiada electricidad o un cableado defectuoso. Hay soluciones para cada problema.
Una facturación mensual de las bombillas a veces indica un exceso de electricidad que ingresa a la casa. Si la potencia no fluye a un nivel constante de 120 voltios, las bombillas no reaccionan bien, incluso si otros dispositivos eléctricos no se ven afectados. Debe usarse un medidor eléctrico en una toma de corriente ubicada en la habitación que tenga el problema. Si registra constantemente un nivel por encima de 120 voltios, esa es probablemente la fuente del problema. En la iluminación empotrada o cubierta, es posible que se acumule demasiado calor y que la bombilla se apague. Este problema se aborda de una de las dos formas siguientes: bombillas de bajo vataje o accesorios más grandes. En ciertos lugares, como debajo de las salas de juego, las vibraciones extremas afectan las bombillas. Para estos accesorios, los filamentos de las bombillas de 130 voltios más resistentes son más resistentes que las de las bombillas estándar. Si el problema no es un exceso, es una deficiencia. Las habilidades de cableado inadecuadas a veces son responsables de las bombillas fundidas. Los cables sueltos no permiten que la corriente eléctrica corra de manera consistente y sin problemas a través del sistema. Si es necesario reemplazar los focos de un accesorio cada pocos días, el cableado está en orden.