El London Eye se construyó para conmemorar el nuevo milenio. La rueda giratoria debe representar el paso del tiempo, y cuando se inauguró en marzo de 2000, se llamó la Rueda del Milenio. Diseñada por Julia Barfield y David Marks, la estructura es representativa de un Londres moderno.
El London Eye ha sido visitado por millones de turistas desde su apertura, y se considera que es la atracción turística más popular del Reino Unido. Tiene 32 cápsulas individuales, cada una de las cuales puede transportar hasta 25 personas. La rueda gira constantemente y los pasajeros deben ingresar a cada cápsula al pasar de una plataforma a una de las cápsulas que se mueven lentamente.
La vista desde el London Eye es extraordinaria y sirve para unir el Londres histórico y el actual. Es el monumento más grande de su tipo en el mundo, y los visitantes pueden ver hasta 40 kilómetros de distancia en cualquier dirección. En la orilla opuesta del Támesis hay lugares emblemáticos como la Abadía de Westminster, el Big Ben y las Casas del Parlamento. La Catedral de San Pablo y el Palacio de Buckingham también son fácilmente identificables. Quizás el momento más sorprendente para dar un paseo en el Ojo es por la noche. Los pasajeros pueden ver cómo se pone el sol y la ciudad adquiere su resplandor nocturno.