Un cactus que está expuesto a una cantidad excesiva de luz suele ser la causa de que la planta se vuelva amarilla. Otras razones por las que puede ser amarillo son enfermedades o se riegan demasiado. Reducir la cantidad de luz y la exposición al agua puede detener la progresión del cambio de color.
Hay varias especies diferentes de plantas de cactus, y cada una tiene sus propias sensibilidades a las condiciones de crecimiento externas e internas. En general, las plantas de cactus prosperan en la luz del sol. Sin embargo, hay ciertas especies que se vuelven amarillas cuando se exponen a mucha luz.
El riego de las plantas y las condiciones del suelo son otras razones por las que un cactus cambia de verde a amarillo. Algunas plantas de cactus reciben demasiada agua. Ajustar la cantidad de agua ayuda a aliviar el estrés en la planta. La tierra para macetas podría necesitar un poco de fertilizante. Los cactus normalmente no requieren fertilización extra. Sin embargo, algunos cactus absorben más nutrientes que otros. En el caso de una planta amarillenta, agregar fertilizante al suelo podría ayudar a obtener los nutrientes adicionales que necesita.
Si se toma la decisión de replantar la planta, el fertilizante se agregará en ese momento. Se recomienda la fertilización de una planta de cactus cada uno o dos años.