Los aparatos eléctricos están conectados a tierra por motivos de seguridad. Muchos aparatos eléctricos, como hornos, cocinas y refrigeradores tienen cubiertas de metal. Si un cable vivo dentro de la unidad toca la caja metálica, puede provocar una descarga eléctrica grave. Una conexión a tierra adecuada reduce tales peligros.
La mayoría de los aparatos tienen tres conductores de electrodos: el cable vivo; el cable neutro que lleva corriente y voltaje al motor; y el cable de tierra que está conectado a la parte del aparato que no transporta corriente como la caja de metal. En caso de un defecto del sistema de cableado dentro de la unidad, la corriente fluye hacia el cable de tierra y regresa al fusible. Dependiendo de la cantidad de corriente, el interruptor puede disparar o no.
En los Estados Unidos, el enchufe de tres clavijas está conectado al receptáculo estándar, lo que proporciona una conexión a tierra de protección. El sistema de cableado, que se ejecuta alrededor de edificios residenciales y comerciales, está conectado a tierra de manera permanente a las tuberías metálicas conectadas al sistema de agua subterránea o a una barra de metal que se mueve varios pies en el suelo.
Los aparatos de puesta a tierra no son comunes en otros países. En el Reino Unido, los aparatos tienen enchufes de dos clavijas y no tienen un terminal de tierra. Para proporcionar protección contra descargas eléctricas, el aparato está aislado dos veces y está diseñado de manera que los cables eléctricos no puedan tocar la caja metálica.