Los metales pueden conducir electricidad porque tienen electrones de valencia. Estos son electrones que pueden moverse a través de los átomos que forman el metal. A medida que lo hacen, pueden pasar corrientes eléctricas al repeler otros electrones en el átomo.
Todos los materiales pueden conducir electricidad, pero los no metales, como el vidrio, se adhieren a sus electrones y no les permiten moverse mucho, lo que hace que cualquier corriente que transporten sea despreciable. Estos materiales son considerados aislantes.
Los electrones tienen una carga negativa, atrayéndolos a la materia que tiene una carga positiva. Un campo eléctrico aplicado hace que los electrones se muevan por la fuerza electromotriz. Aunque las ondas eléctricas se mueven a velocidades cercanas a la velocidad de la luz, los electrones se reducen a medida que pasan a través del conductor. Esto se denomina resistencia eléctrica, y cuanto mayor es la resistencia del conductor, menor es la corriente que puede pasar a través de él. Esta resistencia se mide en ohmios, mientras que la fuerza electromotriz se mide en voltios.
Los metales, como la plata y el cobre, son especialmente buenos conductores de electricidad porque tienen un solo electrón de valencia. La plata es un mejor conductor de la electricidad que el cobre, pero es demasiado caro para usar en la mayoría de los sistemas eléctricos. El oro y el aluminio también son excelentes conductores de electricidad.