La práctica católica de rezar el rosario a diario está asociada con una serie de beneficios para los adeptos, entre los que se incluye la comprensión del propósito de la vida, la creación de sentido y la realización, la conexión con Dios y la mejora de la capacidad para discernir el comportamiento correcto del mal. Esencialmente, rezar el rosario es pensado por los católicos como un medio de crecimiento espiritual.
Algunos otros beneficios específicos que los católicos asocian con rezar el rosario son la creación de paz, desviar la mente de los deseos materiales, aumentar la conciencia e intuición y fortalecer el amor en las relaciones. El rosario también puede servir como fuente de consuelo en tiempos difíciles y se considera una forma de protección espiritual contra la negatividad.
Las oraciones recitadas al rezar el rosario son: El Credo del Apóstol, Padre Nuestro, Ave María, Gloria, Ave Santa Reina y Oración por el Santo Padre. La oración de Fátima también se puede recitar si se desea. La Iglesia católica dirige a los católicos a estar libres de apego y pecado antes de rezar el rosario y de recibir la Sagrada Comunión del día previsto. También se debe dar una oración por el Papa.
Muchos católicos también hacen peticiones a Dios y a Nuestra Señora cuando rezan el rosario. Los católicos creen que las personas nuevas en la práctica son especialmente propensas a que estas solicitudes sean respondidas. La misma solicitud puede repetirse diariamente o se pueden solicitar diferentes solicitudes cada vez. Las solicitudes típicas son para favores, curaciones y conversiones.