Demasiado voltaje puede ser una causa para que las bombillas se quemen continuamente. Verifique que la luz sea la potencia correcta para el accesorio.
Las bombillas pueden explotar por muchas razones. La bombilla se puede atornillar demasiado apretada en el accesorio, creando una conexión inestable que hace que la luz trabaje más. Si el accesorio no tiene un flujo de aire adecuado, la luz puede sobrecalentarse y apagarse. Si aflojar o enfriar las bombillas no ayuda, el cableado de la casa puede estar defectuoso. Haga que un electricista busque si pueden diagnosticar el problema.