Martin Luther escribió "Las noventa y cinco tesis" porque no estaba satisfecho con varias prácticas de la Iglesia Católica Romana, incluida la venta de indulgencias, el abuso del poder sacerdotal y el poder del Papa. También argumentó que la fe, no las obras, es el camino a la salvación. Al hacer públicos estos argumentos, provocó una revolución religiosa que se conoció como la Reforma Protestante.
Incluso como estudiante, Martín Lutero comenzó a tener algunos problemas con las enseñanzas de la Iglesia Católica Romana de que uno podía alcanzar la salvación al realizar ciertos actos. Sin embargo, no fue hasta que la Iglesia comenzó a vender indulgencias que sus preocupaciones teológicas coincidieron con las preocupaciones sobre la corrupción sacerdotal. Las indulgencias permitieron que una persona que le dio dinero a la Iglesia evitara algunos de los castigos temporales asociados con sus pecados. También se pueden comprar indulgencias para limitar el castigo temporal de alguien más, ya sea que estén vivos o en el purgatorio. Cuando el papa León X anunció una nueva ronda de indulgencias en 1517 para financiar la construcción de la Basílica de San Pedro, Lutero se enfureció. Escribió "Los noventa y cinco en estos", argumentando que una persona no tenía que pagar por la remisión de sus pecados porque Cristo ofrece ese perdón a todas las personas que se arrepienten. Al clavarlos en la puerta de la capilla de la universidad en Wittenberg, Alemania, Lutero comenzó una discusión sobre el poder de la Iglesia católica que llevó a un gran número de nuevas denominaciones protestantes.