La porcelana es importante debido a las ventajas que tiene sobre la cerámica temprana. Como material cerámico, se valora por su tenacidad, durabilidad y facilidad de limpieza. En la China del siglo XVI, la porcelana se descubrió como una alternativa a la cerámica cuando los inventores encendieron un horno y utilizaron los materiales básicos de porcelana, arcilla o porcelana.
La porcelana es el aislante eléctrico más popular. De hecho, las perillas de porcelana se utilizan para tapar las líneas eléctricas de alto voltaje, donde su dureza las protege de las inclemencias del tiempo. Esto también los convierte en componentes útiles en antenas de alta frecuencia y transformadores de potencia para exteriores.
La dureza de la porcelana la hace ideal para la ingeniería cerámica, donde la conductividad eléctrica del metal sería indeseable. La esterilidad y la alta resistencia al calor de este material inorgánico son responsables de muchos avances en la industria aeroespacial.
El uso de la porcelana no está relegado a usos industriales a gran escala. En el hogar, los cuchillos de cerámica tienen ventajas de durabilidad y longevidad sobre los cuchillos de metal. Los azulejos para baños hechos de porcelana son fáciles de limpiar y duran más que otros materiales de construcción, mientras que la naturaleza inorgánica y no porosa limita el crecimiento de microorganismos. Estas mismas propiedades físicas eliminan la necesidad de barnizar el producto terminado de un objeto de porcelana para protegerlo de la suciedad y el desgaste.