Retire el plástico derretido del metal, ya sea enfriando el plástico hacia abajo para que sea lo suficientemente frágil como para desprenderse, o calentando el plástico para que sea flexible y se pueda raspar. También es una buena idea usar WD-40, quitaesmalte, alcohol para frotar o, en casos extremos, lana de acero fina o papel de lija de dientes finos para pulir el área una vez que se retira el plástico.
El plástico derretido no debe quemarse porque esto libera humos tóxicos. Si el plástico se derrite en una rejilla del horno u otro objeto metálico de tamaño pequeño a mediano, simplemente coloque el metal en el congelador hasta que el plástico se vuelva quebradizo. Luego se puede usar una hoja de afeitar o un martillo para raspar o romper el plástico con cuidado. Otro método eficaz para eliminar el plástico fundido del metal es usar un secador de pelo para calentar el plástico antes de intentar rasparlo con una cuchilla de afeitar. Si el metal en cuestión es la placa de calentamiento de una prenda de vestir, luego retire el plástico haciendo pasar la plancha sobre una sección de papel de aluminio que tiene sal rociada. La sal ayudará a aflojar el plástico del metal y facilitará su remoción.