Por lo general, las cejas vuelven a crecer después del afeitado, aunque pueden pasar meses antes de que estén tan llenas como antes. Esto se debe a la velocidad extremadamente lenta del crecimiento de las cejas.
Si bien las cejas vuelven a crecer después de haber sido afeitadas, no hay garantía de que vuelvan a crecer; pueden volverse más gruesas o más delgadas. Además, el afeitado deja rastrojos que el desplume no lo hace. La piel alrededor de las cejas también es más delgada, por lo que se recomienda tener precaución al afeitarlas. La comunidad médica casi nunca realiza el afeitado de cejas, ya que las cejas pueden volver a crecer con un patrón o color anormal o puede que nunca vuelvan a crecer.