La ironía en "Hamlet" es una ironía dramática, que es diferente de la ironía situacional; La ironía dramática es la diferencia entre lo que el personaje cree y lo que el público sabe. La ironía situacional se refiere a que el personaje se comporte de manera contradictoria con la forma en que se espera que actúe.
En ocasiones, la ironía situacional se denomina ironía dramática, pero tienen diferentes definiciones. Un ejemplo de ironía situacional sería el ministro en "The Scarlet Letter" que comete adulterio. Un ejemplo de ironía dramática en "Hamlet" es el hecho de que la audiencia sabe que las armas de Laerte están envenenadas, pero Hamlet y los demás involucrados no lo saben hasta más tarde.