Ambos tipos de calentadores de agua eléctricos, sin tanque y de almacenamiento, son seguros para la ducha cuando se instalan y cuidan adecuadamente. Los calentadores de agua eléctricos sin tanque se conectan directamente al cabezal de ducha.
Debido a su proximidad a la línea de suministro de agua, los calentadores de agua eléctricos sin tanque deben ser alimentados desde un interruptor de circuito dedicado o un receptáculo GFCI, un tipo particular de toma de seguridad. El cableado eléctrico mal aislado o instalado para este tipo de calentador de agua puede provocar una descarga eléctrica. La salida también debe ubicarse a una distancia segura de la ducha. Los calentadores de agua eléctricos de almacenamiento minimizan ciertos peligros, como la combustión y el envenenamiento por dióxido de carbono, pero aún requieren una inspección y mantenimiento regulares para garantizar que los mecanismos clave como los termostatos y las válvulas de presión estén funcionando correctamente.