El bambú dorado no se considera tóxico para los humanos ni para los animales, pero los brotes contienen cianuro, un veneno tóxico, y no se recomienda su consumo según la Facultad de Agricultura, Salud y Recursos Naturales de la Universidad de Connecticut. Los arbustos nandina fuertes, también conocidos como bambú celestial, contienen bayas que producen cianuro que son de color rojo brillante y tóxicas para las aves. Los monos y los osos panda consumen bambú en la naturaleza, y sus cuerpos son capaces de romper el cianuro de forma natural y hacerlo inofensivo.
Las pandas pueden consumir hasta el 25 por ciento de su peso corporal en bambú diariamente. Los osos comen hojas de bambú durante los meses de verano y consumen los tallos internos durante los meses de invierno.
En China, el bambú se utiliza como un medicamento natural para una variedad de enfermedades. Las virutas de bambú se utilizan para tratar las fiebres, vómitos y náuseas y convulsiones. La savia de bambú se utiliza como un tratamiento natural para la epilepsia y la congestión pulmonar. Las hojas de bambú son beneficiosas para tratar el mareo y el insomnio.
El bambú crece extremadamente rápido, con ciertos tipos que crecen tan alto como una yarda por día. El bambú es considerado una fuente sostenible de madera dura debido a que los brotes pueden crecer en varios niveles de suelo con el mínimo cuidado. Las fibras de bambú se utilizan para producir ropa orgánica, toallas y ropa de cama. El bambú también se utiliza como alternativa a los materiales hechos por el hombre en la producción de maquinaria y bicicletas ecológicas.