Los fertilizantes pueden estar hechos de materiales naturales o hechos por el hombre. Los fertilizantes naturales consisten en abono animal, excremento de aves, materiales compostados o residuos de plantas. Los fertilizantes hechos por el hombre se derivan de productos químicos, combinando hidrógeno y nitrógeno para crear amoníaco, nitrato de amoníaco y urea.
El proceso de fabricación de fertilizantes químicos es muy intensivo en energía, lo que lo hace extremadamente dependiente de la disponibilidad de fuentes de energía como los combustibles fósiles.
El proceso de usar estiércol como fertilizante, tanto de animales como de humanos, tiene una larga tradición. El fertilizante natural es beneficioso porque devuelve nutrientes y materia orgánica al suelo del que se derivaron. También es menos costoso y menos tóxico para el medio ambiente.