Un horno de gas utiliza una cantidad insignificante de electricidad para encender la llama. La mayor cantidad de electricidad utilizada con la calefacción de gas está relacionada con el ventilador, y los vatios requeridos dependen del tipo de ventilador.
Los hornos de gas más antiguos pueden usar motores de ventilador de una velocidad, y utilizan aproximadamente 400 vatios por hora de actividad. La tecnología más reciente ha llevado al desarrollo de sopladores de velocidad variable que utilizan tan solo 75 vatios por hora cuando se operan a las velocidades más bajas. Los vatios requeridos para operar un horno eléctrico varían según la antigüedad, el diseño y la capacidad de calefacción de la unidad.
