Los asters deben podarse cuando aparece el brote terminal, que a menudo ocurre cuando la planta alcanza aproximadamente 6 pulgadas. La poda o pellizco de un aster implica quitar el brote terminal, lo que permite que crezcan los brotes laterales.
Para pellizcar un aster, aprieta el vástago hasta que la punta se rompa. Las tijeras de podar también son herramientas efectivas para este proceso. Los asters de pellizco permiten que los tallos crezcan más fuertes y más compactos, lo que requiere menos replanteo. Pellizca los ásteres dos o tres veces durante la temporada de crecimiento para fomentar el crecimiento continuo. Interrumpa la poda antes del 4 de julio para evitar el retraso en la floración.
Los asters florecen en el otoño y son perennes, lo que significa que volverán año tras año. Para proteger a los ásteres durante las temporadas frías de invierno, pode los tallos hasta aproximadamente 2 pulgadas sobre el suelo y cúbralos con mantillo. Cuando llegue la primavera, cúbralo con una capa delgada de compost y una capa nueva de mantillo.
Los asters requieren un buen equilibrio de humedad. Si se encuentra en un área que no recibe al menos 1 pulgada de lluvia en una semana, deberá suministrarse agua adicional. Tenga cuidado de no regar en exceso, ya que demasiada agua puede hacer que la planta pierda el follaje o evite la floración. Retire una porción de las plantas cada 2 o 3 años para evitar el hacinamiento y fomentar el crecimiento.