Comience a podar el árbol de arce cuando las hojas hayan crecido por completo. La mayoría de los árboles se podan a comienzos de la primavera, pero la poda de árboles de arce un poco más tarde evita que su savia pegajosa sea un problema desordenado. Primero, elimine las ramas muertas y dañadas, que se caracterizan por miembros caídos y miembros débiles.
Pode un árbol de arce eliminando primero las ramas muertas y las ramas dañadas. Comience con ramas grandes y baje hasta las más pequeñas. Use tijeras o una sierra de cadena según sea necesario. La poda de un árbol de arce no solo lo hace más atractivo y entrena su expansión, sino que también energiza su crecimiento.
Después de retirar estas ramas, mire el árbol y decida qué otras ramas deben podarse para obtener un árbol limpio y atractivo. Una vez que esto se haya determinado, corte las ramas grandes primero. Corte a mitad de la rama desde un lado, y corte desde el otro lado hasta que los dos cortes se encuentren. Después de quitar la rama, corte el muñón para que quede al ras del resto del árbol.
Después de podar las ramas más grandes, retira algunas de las ramas más pequeñas. Evite quitar todas las ramas pequeñas, pero pode lo suficiente para domesticar el árbol y permitir que la luz y el flujo de aire lleguen a las ramas restantes.
Asegúrese de que el implemento de poda esté lo suficientemente afilado para hacer cortes limpios, ya que estos se curan más rápidamente y se ven mejor. Cortar en ángulo lo más cerca posible del tronco o de la rama restante como ayuda posible en la recuperación. Esterilice las tijeras entre usos para evitar la propagación de enfermedades y hongos entre las plantas. Tenga cuidado de no podar demasiado el árbol, ya que eso puede debilitarlo y puede llevarle años recuperarlo completamente. Concéntrese en podar ramas muertas o ramas que amenacen con enredarse entre sí o con las estructuras circundantes, como las líneas eléctricas.
Si bien el árbol puede filtrar la savia de sus heridas, estas cicatrizan y no deben considerarse un problema. Algunos expertos sugieren pintar sobre heridas abiertas para sellarlas más rápidamente y evitar que las enfermedades o plagas ingresen al árbol. Sin embargo, otros horticultores creen que el arce puede sellar y reparar sus propias heridas de manera confiable sin un vendaje artificial.