El mejor momento para podar un árbol de cornejo es después de que haya terminado de florecer durante la temporada, generalmente a fines del verano o principios del otoño. La poda de un árbol en la primavera o el verano lo deja abierto a la enfermedad Los insectos se arriesgan a dañar el árbol mientras crece activamente.
La poda de un cornejo ayuda a mantener la apariencia del árbol y mejora la circulación del aire hacia las ramas vivas. También es una medida preventiva contra la infestación por insectos.
Como regla general, los árboles de cornejo no necesitan una poda intensiva. Los principales objetivos de la poda son eliminar las ramas muertas y las ramas bajas que interfieren con el crecimiento de otras plantas en el patio.