Los problemas comunes de microondas incluyen un horno que no funciona, chispas en el horno y una bombilla o un tocadiscos defectuoso. A menudo surgen de procedimientos inadecuados de cuidado y seguridad y pueden hacer que el aparato se reinicie, no se caliente o se vuelva completamente inoperante.
Un microondas deja de funcionar repentinamente como resultado de un interruptor defectuoso o del motor del ventilador. Los fallos en el fusible o interruptor interno hacen que el microondas se reinicie o se ejecute brevemente y luego se detenga. Un fusible que sigue explotando indica un diodo o condensador defectuoso, lo que también hace que el microondas funcione sin producir calor.
Ocasionalmente, es posible que el plato giratorio del microondas no gire durante el funcionamiento, causando un calentamiento desigual de los alimentos. Esto indica la presencia de suciedad debajo de la mesa, defectos en el panel de control principal o un motor desgastado. La cocción puede ser lenta o desigual debido a que el cinturón del agitador está roto o la cuchilla del agitador se derrite.
Cuando la bombilla deja de funcionar, existe la posibilidad de un defecto de cableado o un interruptor dañado. Los botones defectuosos se producen como resultado de un panel táctil o un panel de control dañados, mientras que una pantalla defectuosa se debe a un fallo de la placa de alimentación. Un fuerte ruido en el horno resulta de un magnetrón, diodo de potencia o capacitor defectuoso.