Al igual que muchas otras religiones mundiales, uno de los principales problemas que enfrenta el judaísmo es la disminución de la membresía. Hay muchas razones citadas para este declive, pero los líderes y académicos judíos están de acuerdo en que tiene que ver con el evolución del pensamiento religioso, un cambio en las perspectivas históricas y la asimilación de pequeñas comunidades miembros a otras culturas como resultado de la dispersión global.
El pensamiento religioso está evolucionando continuamente como resultado de la rotación generacional junto con el avance de la ciencia, la comunicación global y el pluralismo cultural. Los jóvenes judíos de hoy, incluso aquellos con una educación ortodoxa estricta, se presentan con una gama mucho más amplia de posibles identidades culturales que sus antepasados, y esto puede afectar directamente a la membresía. El futuro del judaísmo, al igual que otras religiones, está impulsado por la eficacia con que las facciones conservadoras pueden mantener las ideas y costumbres tradicionales frente a un número creciente de nuevas ideas culturales y religiosas.