Los síntomas más comunes de la inhalación de vapores de cloro incluyen tos e irritación de los ojos, garganta y nariz. Las personas con sensibilidad a los productos químicos en la lejía de cloro pueden experimentar síntomas más intensos después de la exposición.
La mayoría de las personas pueden usar cloro diluido de uso doméstico sin experimentar efectos secundarios, pero la exposición prolongada a los vapores de cloro puede causar síntomas. Aquellos con afecciones de salud subyacentes, como el asma, pueden ser más susceptibles a experimentar efectos secundarios negativos por la inhalación de vapores de cloro. La exposición a largo plazo también puede aumentar la sensibilidad a los vapores de cloro y puede causar problemas respiratorios, como irritación de las vías respiratorias y un aumento de los síntomas del asma.
La inhalación de humos de lejía puede causar quemaduras en los bronquios y los pulmones si la lejía no se diluye o se inhala durante largos períodos de tiempo. Se recomienda la dilución con agua para la mayoría de los usos domésticos. Diluir los limpiadores adecuadamente puede prevenir muchos efectos secundarios comunes de la inhalación de vapores de cloro.
Los síntomas de la inhalación de lejía también se pueden prevenir usando el limpiador en un área ventilada y usando solo la cantidad recomendada del limpiador. Cuando la lejía se mezcla con otros limpiadores, particularmente con amoníaco, los humos pueden volverse tóxicos, incluso cuando los limpiadores se diluyen con agua. Para evitar humos tóxicos, nunca mezcle la lejía con otros productos de limpieza, y mantenga todos los productos de limpieza fuera del alcance de los niños. Si se sospecha de envenenamiento con lejía, mueva a la persona al aire fresco inmediatamente.
