Los estereotipos son peligrosos porque asumen que todas las personas de un determinado grupo son exactamente iguales, eliminan su verdadera identidad y suponen que son resistentes al cambio. Los estereotipos son declaraciones sobre un grupo de personas que tienden a generalizar en exceso, dando a los demás una representación inexacta y, a menudo, irracional del grupo.
Cuando la mayoría de las personas piensa en estereotipos, piensa en suposiciones negativas, pero los estereotipos positivos también pueden ser peligrosos. Los ejemplos de estereotipos positivos comunes incluyen que todos los asiáticos sean buenos en matemáticas y que todos los afroamericanos sean buenos en los deportes. Los estereotipos positivos influyen en cómo las personas ven la naturaleza de las diferencias en un grupo específico de personas y esto, a su vez, puede desencadenar estereotipos negativos.
