Los efectos secundarios de la perforación de la nariz pueden incluir infecciones, pericondritis y la formación de un hematoma septal, según la Academia Americana de Médicos de Familia. Además, los piercings en la nariz pueden caerse fácilmente y la persona que lo realiza puede correr el riesgo de tragarlo o ahogarse.
Las infecciones suelen tratarse con antibióticos. Si la afección no mejora, la cirugía para drenar el área afectada de acumulación de líquido y líquido puede ser necesaria, según lo indicado por los Institutos Nacionales de la Salud MedlinePlus. Se aconseja buscar atención médica si la infección empeora, como la aparición de un hematoma o necrosis septal, que puede provocar una deformación del cartílago nasal, señala la Academia Americana de Médicos de Familia.