La incomodidad, especialmente la hinchazón y los moretones, en el sitio de tratamiento es el principal efecto secundario de la ablación por radiofrecuencia, según WebMD. Esta molestia generalmente desaparece después de unos días.
Las quemaduras eléctricas también pueden ocurrir debido a la corriente eléctrica que se mueve a través del dispositivo durante la ablación por radiofrecuencia, señala MedCentral Health System. Los nervios y los vasos sanguíneos cerca del lugar de la inyección pueden dañarse, pero estas complicaciones son generalmente menores. Los efectos secundarios graves y las complicaciones mayores no ocurren muy a menudo. Los pacientes con enfermedad cardíaca, diabetes mal controlada o una infección deben considerar otras alternativas o posponer el procedimiento. Una persona que toma medicamentos para adelgazar la sangre no debe someterse a una ablación por radiofrecuencia.
Las posibles complicaciones de este procedimiento incluyen una reacción alérgica al medio de contraste utilizado durante la ablación por radiofrecuencia, dice Cedars-Sinai. Se puede producir entumecimiento en el sitio de tratamiento cuando se aplica un anestésico local al tejido circundante. Las infecciones también pueden ocurrir si la piel que rodea el área no está bien desinfectada. Los médicos sugieren usar jabón antibacterial en la ducha la mañana antes del procedimiento para minimizar el riesgo de infección.
Las complicaciones y los efectos secundarios más graves, pero mucho menos comunes, incluyen lesiones en el diafragma, el tracto gastrointestinal, la vesícula biliar y los conductos biliares, según Seminars in Interventional Radiology. Estos efectos secundarios ocurren durante el tratamiento de lesiones o crecimientos anormales de tejido dentro de los órganos digestivos. Los médicos deben controlar de cerca la distancia entre el electrodo y la pared de los órganos vitales para evitar efectos secundarios graves.