"Una carta a Dios" de Gregorio López captura lecciones morales sobre fe, avaricia y aprecio. El lector ve a un granjero pobre que envía una carta a Dios después de que sus cultivos han sido destruidos. Su oración es por cien pesos para comprar más semillas y mantener a su familia hasta que la próxima cosecha crezca. La oficina de correos recibe la carta y la lee.
Uno de los temas dentro de esta historia es la fe. El hombre es muy fiel en su oración a Dios por los cien pesos. Dios respondió a sus oraciones a través de los empleados de la oficina de correos, quienes simpatizaron con el granjero y recolectaron el dinero ellos mismos. Sin embargo, solo pudieron cobrar sesenta pesos.
El siguiente tema gira en torno a la codicia y el aprecio. El hombre recibe los sesenta pesos, pero escribe otra carta a Dios pidiéndole que envíe los otros cuarenta pesos. Incluso va tan lejos como para reclamar que los empleados de la oficina de correos han robado los 40 pesos. En lugar de apreciar que recibió la ayuda, aunque no fue todo lo que pidió, el hombre es ingrato al hacer reclamos contra la oficina postal. Le pide a Dios que se abstenga de enviar el dinero restante a través de la oficina de correos.