Las interpretaciones populares comunes del poema "Invictus" de William Ernest Henley ven el poema a través del lente de las luchas personales de Henley con la tuberculosis y su humanista secular asume la capacidad de la humanidad para sobrevivir en un universo que no tiene ninguna preocupación o preocupaciones por la preservación de la vida. Henley muestra su opinión de la humanidad al nombrar el poema, ya que "invictus" es una palabra latina que significa "invicto", "no sustituido" o "invencible".
Una interpretación del poema vincula partes de cada estrofa con un elemento de la vida de Henley. En esta interpretación, Henley hace referencia a su problemática vida temprana, lucha con la tuberculosis y la consiguiente amputación de piernas cuando habla de retirarse de una noche que lo cubre "de polo a polo". Henley abraza la aleatoriedad del universo, comparando su posición con estar más allá de su control; en sus palabras, "en la caída de las circunstancias". Sin embargo, continúa optimista con su vida, feliz de que su alma no haya sido envenenada como su cuerpo: "Soy el amo de mi destino: soy el capitán de mi alma".
El tema del poema es la supervivencia y la resistencia. Henley toma una actitud agnóstica hacia la religión, ya que nunca especifica un dios específico: "Agradezco a los dioses que sean /Por mi alma invencible". Reitera sutilmente esta posición cuando opta por nombrarse a sí mismo como el capitán de su alma en lugar de ceder el control a una deidad.